lunes, 31 de diciembre de 2012

La libreta azul.

Solía escribir desde la adolescencia en una famosa libreta azul que aún conservo. Como a muchos nos pasó, dejé de escribir en hojas de papel para escribir en una pantalla electrónica y, poco a poco, me fui animando a hacerlo para algunos, luego para todo el que quisiera, en un blog que tenía por ahí.

Abruptamente, entre el 2008 y 2009 dejé de hacerlo sin darme cuenta y sin razones de peso. Nomás porque sí, porque había otras cosas qué hacer, porque había redes sociales en qué entretenerse. Porque empecé una nueva vida. Me compré otras libretas azules con el fin de llenarlas de nuevo, pero aún las tengo intactas.

Escribir era mi manera favorita de sacar lo mejor y lo peor de mí, de contarme lo que soy y lo que me inventaba. Extrañé eso y por eso hoy reabrí este blog.