jueves, 7 de febrero de 2013

Y, entonces, invéntame.

Y, entonces, invéntame.
Dime palabras que no existen.
Acaríciame como no se puede.
Bésame como no es posible.

Inventa un nuevo contexto.
Ofréceme otra melodía.
Pinta nuevamente mi reflejo.
Vísteme con otro atuendo.

Y entonces róbame.
No me dejes al descubierto.
Protégeme de las rapiñas.
Asegúrame en tu pecho.

Y, entonces, invéntame.
Búscame otro cielo.
Libérame de los fantasmas.
Aprópiate de mi Universo.

Yo te inventaré también.
Lo haré con mucho esmero.
Te borraré las heridas.
Te curaré ese miedo.

Y, entonces, serás otro.
Y los dos seremos eternos.
Y esa realidad imaginada
será nuestro mejor invento.

Y, entonces, invéntame
que hoy quiero tenerte de nuevo.
 

3 comentarios:

Unknown dijo...

No te conozco en persona, pero a través de lo que escribes pareciera que te conozco de años.
No tienes idea de cómo disfruto tus escritos.

Gracias por dar de gracia, lo que por gracia te ha sido dado.

Un beso.

Alberto dijo...

Vuelves a pedirle que te invente... lo tienes agobiado al pobre.

Por mí, que se lo tome con calma.

Un beso.

Miry Espino dijo...

¡Hey!Gracias a ti, Lorena, por tus palabras y a ti, Alberto, por darse la vuelta por acá. Y no sé quién sea el agobiado, si él o yo.

Un beso a ambos.